- Cuida tus discos manteniéndolos fuera de la radiación solar, lejos del calor y del agua. Ayudará a que duren más tiempo.
- Si tienes que almacenar datos, también puedes usar lápices o sticks de memoria USB o CD regrabables (CD-RW) si tu ordenador es capaz de grabarlos.
- Si sólo tienes que almacenar poca información puedes guardarla en un disquete, ya que éstos son reutilizables multitud de veces.
- Puedes vender, intercambiar o donar los CD y DVD que no quieres más.
- Si tomas prestados CD o DVD o buscas la información en Internet, puedes evitar completamente el uso de un CD.
- Puedes llevar los CD inútiles que nadie puede usar más a un centro de reciclaje donde pueden convertirlos nuevamente en policarbonato.
- No abuses del uso de los CD; su manejo debe ser responsable.
❕ Cuenta esta realidad sobre los CD a tu familia, amigos y compañeros y pídeles que se comporten de forma responsable con este soporte de información.
Más información
Los CDs y DVDs que han dejado de tener interés pueden ser intercambiados en algunas tiendas de segunda mano. También pueden ser donados a bibliotecas y organizaciones no gubernamentales. De todas maneras, lo interesante sería que valorásemos el interés por un determinado material audiovisual antes de adquirir un DVD o CD. En el caso de la música existe la posibilidad de utilizar las descargas de canciones desde la red de internet y grabarla en formato MP3 en un IPOD o similar. En el caso de las películas, un videoclub podría ser una buena alternativa a la de adquirir películas si simplemente son para visualizar una vez. Algunas bibliotecas públicas ya incorporan la posibilidad de prestar películas en DVD’s y música en CD’s.
Los CDs inútiles pueden ser reciclados y usados en otros productos nuevos en vez de ser desechados. Así se ahorran recursos fósiles, por ejemplo, en las producciones de partes de la industria plástica de automóviles, equipos de oficina y estuches de joyas. Los centros de reciclaje separan los metales y las lacas del plástico, los limpian, trituran y convierten en un plástico de alta calidad. Este proceso no sólo es sensato económicamente, sino que también ayuda a ahorrar petróleo. Sin embargo, no hay mejor técnica de reciclaje que aquella que evita el residuo. Por este motivo se insiste en que el manejo con CDs y DVDs debe ser responsable. A nivel doméstico lo mejor es llevar los CDs al punto verde para que puedan ser trasladados a las empresas recicladoras autorizadas y reciban el tratamiento adecuado.
Cuida tus CDs
Los CDs y DVDs están hechos con materiales excesivamente estables y usados apropiadamente permanecerán durante décadas o probablemente siglos. Determinadas condiciones como la humedad, períodos prolongados de altas temperaturas o la exposición a ciertos tipos de luz pueden deteriorar los discos y reducir su vida útil. Las raspaduras pequeñas pueden ser reparadas frotando un abrasivo suave en el lado del disco sin etiqueta, girando desde el centro hacia fuera, por ejemplo con pasta dentífrica o abrillantadores de muebles. Al cuidar tus CDs conseguirás que permanezcan en uso mucho más tiempo.
Otras posibilidades
Un buen método para no desechar los CDs, es utilizar CDs regrabables. Los CDs regrabables permiten prolongar su vida útil, entrando y sacando datos todas las veces que sea necesario. Los datos antiguos pueden ser borrados y el CD puede ser utilizado otra vez.
Sin embargo, en la actualidad hay otras maneras diferentes de guardar datos de forma temporal, nos referimos a los lápices o sticks de memoria USB. Con ellos es posible almacenar las informaciones actualizadas muchas veces sin producir basura. Hoy disponemos pues de la tecnología para sólo usar CDs sólo si es realmente necesario. En el caso de los DVD’s regrabables, el problema es similar. A parte de la problemática ambiental sería aconsejable valorar si no puede almacenarse temporalmente en un disco duro, cuando se trata de información temporal.
La multinacional japonesa SANYO ha desarrollado un CD biodegradable, que utiliza como materia prima el maíz. El nuevo disco ha recibido el nombre «MildDisc». El CD y su caja están hechos por completo de almidón derivado de la resina de maíz (ácido poliláctico), que se convierte en agua y dióxido de carbono después de 50 años, una alternativa que reduce considerablemente el impacto medioambiental de este tipo de productos.
La impresión de cubiertas, la cobertura y los materiales reflectantes son los mismos que los usados para producir CDs convencionales, aunque estos materiales representan tan sólo entre el 1 y el 3% del «MildDisc». Entre 1983 y 2002 se vendieron 26.000 millones de CDs en todo el mundo. Sanyo especula que la demanda de los «MildDiscs» podría alcanzar los 10.000 millones de unidades anuales, sin embargo, por el momento su comercialización es de pura imagen y sólo en Japón. Aunque en la fabricación de este nuevo CD se utiliza unos 85 granos por cada CD, o sea una sola espiga de maíz por cada 10 unidades, argumentan que no es rentable para su venta fuera de Japón. Eso, si los técnicos de Sanyo estiman que satisfacer la demanda esperada (de momento, puro lavado de imagen) requería el 0,1 por ciento del cultivo anual mundial de este cereal.
Otra aportación la impulsaron las empresas Sony y Toppan Printing que han desarrollado un nuevo producto llamando Blu-ray Disc (BD-ROM), que ya se plantea como el sustituto del DVD de policarbonato actual, que consiste en un disco de 12 cm como los tradicionales de CD, pero hecho a base de papel. Sin duda, una alternativa mucho menos impactante que la de los discos de policarbonato, especialmente, en el momento de su reciclado. La clave de este nuevo disco es el tipo de láser utilizando para leer y escribir desde y hacia el disco. Los lectores de CDs o DVDs convencionales utilizan un láser rojo, mientras que esta nueva tecnología se valdrá de uno azul-violeta para la transferencia de datos. Un láser mucho más preciso, que no necesita que los discos sean tan gruesos como los actuales para almacenar la información. Una única capa de papel puede almacenar más de 25 Gb de información lo que corresponde, por ejemplo, a dos horas de vídeo de alta definición o trece horas de vídeo de definición estándar. Una ventaja extra del BD ROM o disco de papel Blu-ray, es que pueden ser fácilmente destruidos con una tijera o una navaja, una medida de seguridad ideal para las compañías interesadas en que su información no llegue a manos extrañas. El Blu-ray ya se comercializa actualmente en varias marcas, en Japón y Corea del Sur con equipos DVD grabadores de diversos fabricantes. Se calcula que el disco BD ROM tendrá un durabilidad de entre 10 y 15 años.